Los futuristas proyectos del visionario Elon Musk parecen inagotables y ha vuelto a sorprender al mundo con lo que podría ser el medios de transporte del futuro, al que bautizó como Hyperloop. Se trata de un revolucionario sistema de bajo coste compuesto por tubos de acero inoxidable por los que viajarían cápsulas a una velocidad de 1.200 km/h.
Musk es un empresario sudafricano de 42 años que se caracteriza por acertar con casi todas sus inversiones. Sus primeros pasos los dio en una universidad de Pensilvania y tras su etapa de formación fundó la empresa de pagos digitales PayPal, para venderla al poco tiempo y convertirse en multimillonario con apenas 31 años. En la actualidad, maneja dos grandes proyectos como son la compañía aeroespacial SpaceX y la empresa de coches eléctricos Tesla Motors.
Ambos negocios son una constante fuente de proyectos visionarios que tratan de adelantarse al futuro. Una muestra de ello es Tesla Motors, compañía que diseña, fabrica y vende vehículos de lujo completamente eléctricos y que colabora con otros fabricantes en el desarrollo de la propulsión eléctrica. Una marca de lujo que pretende revolucionar el sector del automóvil y que en el futuro espera ofrecer sus productos al consumidor medio.
Y mientras Musk dirige sus negocios, también tiene tiempo para idear proyectos como este Hyperloop. La idea nació tras darse a conocer de los planes del estado de California de unir las ciudades de San Francisco, Los Ángeles, San Diego y Sacramento a través de una línea ferroviaria de alta velocidad para la que se planificó un presupuesto de 70.000 millones de dólares. Un coste excesivo a ojos del empresario sudafricano, que decidió ponerse manos a la obra para idear una alternativa.
Así fue como surgió el primer boceto del Hyperloop, mucho más económico que el futuro ferrocarril californiano. Y es que, según las estimaciones de Musk, se podría construir una línea de ida y vuelta de este sistema entre Los Ángeles y San Francisco por alrededor de 6.000 millones de dólares. Y el coste por pasajero sería de unos 20 dólares
(15 euros) , muy inferior al de cualquier servicio de transporte público de larga distancia en EE.UU.
En cuanto a la seguridad, este sistema que se moverá casi a la velocidad del sonido parece tenerlo todo controlado. Los pasajeros apenas notarán las vibraciones a lo largo del trayecto y podrán sentirse totalmente seguros ya que "habrá un freo de emergencia pero por lo general no será necesario porque la distancia de seguridad entre las cápsulas será de unos ocho kilómetros", explica Musk.
Sin embargo, el Hyperloop es un mero proyecto para el que Musk no tiene planes de producción. Además, el empresario asegura que sus compañías no tienen tiempo para hacerlo realidad y por eso no patentarán el proyecto. Así, su intención parece ser totalmente altruista y espera que cualquier otro empresario acoja la idea y la desarrolle en un futuro cercano.
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