La opinión de 3DJuegos después de haber visto GTA V

A principios de generación, GTA IV nos dio una primera aproximación de lo que podían ser los videojuegos de mundo abierto. Ahora que PlayStation 3 y Xbox 360 se acercan al final de sus días, es esta misma serie la que quiere demostrarnos hasta dónde se podía llegar. GTA V va a hacer lo que muchos creíamos que era imposible a estas alturas: sorprender. Otra vez, se demuestra que Rockstar es impredecible. Te contamos por qué podríamos encontrarnos ante el sandbox definitivo.
Sorprenderá. Todos conocemos lo importante que es esta simple palabra para muchas compañías de videojuegos. Sin embargo, sólo hay unas cuantas con el permiso para exhibirla como parte de su filosofía. La semana pasada tuvimos ocasión de viajar a Rockstar. Sabíamos de antemano lo que íbamos a ver, el nuevo Grand Theft Auto V. No obstante, ninguno de los periodistas presentes intuíamos que la próxima obra de los británicos pudiera suponer un punto de inflexión tan mayúsculo, y más a estas alturas de generación.

Pero cuando hablamos de los creadores de GTA IV y Red Dead Redemption todo es posible. De hecho, pocas veces el estudio escocés ha mostrado tal alarde de intenciones: "Nuestro objetivo último es diseñar el videojuego de mundo abierto definitivo". No hay término medio para Rockstar North en esta producción. Quieren lo máximo, sorprender a los jugadores sin necesidad de esperar a las próximas consolas. Y podemos aseguraros que después de ver a su nueva criatura durante media hora, el objetivo es posible.

Más considerando que la empresa nunca ha escatimado en tiempo ni dinero. Si un juego necesitaba más meses de producción, se le daba. Siempre han considerado los plazos como algo meramente orientativo, una cita con el usuario más que una carrera contra un calendario comercial. Esta vez hemos tenido que esperar nada más y nada menos que cinco años, los necesitados para gestar GTA V, título que los escoceses han levantado teniendo en cuenta todo lo aprendido hasta la fecha sobre el género sandbox. Un proyecto que no nos ha bombardeado con excesiva información, y eso que había motivos para ello, puesto que no sólo supone una evolución en la forma de contar historias, sino también un paso adelante en términos de jugabilidad, con el mundo más diverso y estimulante jamás creado.
Bienvenidos a Los Santos
Si hay algo básico en cualquier Grand Theft Auto, ésa es su ciudad. En esta quinta entrega numerada la acción se sitúa en Los Santos, una metrópolis extensa y densa, enésima parodia "rockstariana" sobre la sociedad americana. Un lugar soleado, con claras inspiraciones en Los Angeles, sólo que la urbe no pasa por su mejor momento. Fue un día la envidia del mundo con sus estrellas de cine, ricos y famosos, pero hoy es sólo la sombra de aquello, cuna de la decadencia cineasta y de los "reality shows" más infumables.

Parece que Rockstar ha querido manifestar la realidad económica que vivimos, y lo vuelve a hacer como mejor sabe, mezclando humor con ese espíritu ácido que tan mal sienta a las asociaciones de padres. Pero por encima de este interesante trasfondo se erige probablemente lo mejor de GTA V: sus tres personajes. Ellos son los que realmente construyen el argumento del juego, con sus vivencias particulares. Un trío de delincuentes que tienen sus propias vidas, motivaciones y objetivos, pero cuyas historias están interconectadas.

Los hermanos Houser no se conforman con un guión cualquiera. Por eso se lo han confiado a tres grandes figuras: un estafador al que le encantan los coches, un ex convicto con un brillante pasado como ladrón de bancos y un maníaco adicto a las drogas. Franklin, Michael y Trevor son los protagonistas de este periplo de mundo abierto, los cuales se mueven en distintos círculos, gozan de sus particulares amistades y también poseen sus propias rivalidades. Un tridente fuera de la ley que con una serie de peligrosos y espectaculares golpes persigue alcanzar un gran fin: dar un radical cambio a sus vidas.
El "tres en uno" de Rockstar
Innovar en el género de los videojuegos de mundo abierto no es sencillo. GTA IV se valió del salto generacional. Ahora la estrategia debía ir por otro camino: el jugable. Ahí es donde encontramos la mayor revolución, al presentarnos la posibilidad de cambiar de personaje en cualquier momento de la partida. Algo tan simple pero tan efectivo, y que arroja tantas oportunidades. Mediante una rueda dispuesta en la parte inferior derecha de la pantalla, y a través de la presión de un único botón, somos capaces de ponernos en la piel de Franklin, Michael o Trevor según nuestra elección.

Lo más interesante es que nunca sabremos en qué lugar de Los Santos vamos a acabar. Cada personaje hace su vida de forma independiente, así que podríamos retomar la acción en plena persecución, en una playa después de una noche de alcohol o simplemente de paseo por la calle. Nuestro destino es completamente aleatorio. Y todo sin tiempos de carga especialmente percibibles, ya que Rockstar se ha tomado la delicadeza de -cada vez que cambiemos de protagonista- realizar un "zoom out" al más puro estilo Google Earth para llevarnos hasta nuestro nuevo emplazamiento.

La finalidad es que nos sintamos como en una serie televisiva en la que tenemos distintas perspectivas que confluyen en un mismo hilo narrativo. Una experiencia jugable que multiplica la diversión del usuario. Y todo ello pensando hasta en el último detalle. Por ejemplo, nuestros delincuentes no comparten dinero ni armas, pero sí la característica de poseer habilidades. Eso sí, serán distintas para cada uno de ellos. Franklin puede ralentizar el tiempo mientras conduce (ideal para tomar curvas y esquivar el tráfico), Michael sacar partido del "slow motion" en tiroteos (para apuntar mejor) y Trevor hacer uso de una mayor fuerza y resistencia. Por supuesto, el uso de estas técnicas es limitado, pero añade una capa de profundidad al conjunto.
La unión hace la delincuencia
Está claro que escoger un personaje u otro modifica la experiencia de juego. Es sensacional tener la libertad de elegir el protagonista con el que compartir momentos en Los Santos, aunque una vez entremos en las misiones todo cambia. Los desarrolladores han tomado esta decisión concienzudamente, dándonos misiones para uno, dos o hasta tres delincuentes. Todo de acuerdo con la trama del juego, de forma que tendremos misiones específicas de Franklin, Michael o Trevor, así como tareas en pareja o que involucren al equipo al completo.

Esto es algo sumamente interesante, ya que podría darse el caso de que la acción pasara de un personaje a otro de forma automática (ciñéndose al guión). También podría ocurrir que el salto entre los protagonistas disponibles fuese libre durante los tiroteos. Esto abre infinidad de posibilidades. ¿Os imagináis poder alternar entre un francotirador afincado en una azotea, un lanzador de cohetes apostillado en una ventana y un fusilero en contacto directo con el enemigo? ¿Y todo mientras los demás siguen actuando mediante IA? Pues aquí es posible, dando lugar a una jugabilidad más variada y estratégica que nunca.

Todo además acompañado de multitud de mejoras en el aspecto shooter. Ahora podemos correr y disparar de forma fluida, haciendo la acción mucho más orgánica. Las transiciones al entrar y salir de las coberturas son más suaves que nunca, con la opción de rodar entre ellas. La cámara empleada para apuntar muestra un campo de visión más amplio que en otras entregas. Asimismo, seguimos gozando de varios estilos de apuntado (libre, automático y semiautomático), aparte de que se mantiene la rueda de armas vista en Red Dead Redemption. Y subidos en el coche no se acaban las reformas, con una conducción optimizada que se acerca a la de los juegos de carreras. Esto, considerando que tenemos coches, camiones, motos y helicópteros, se traduce en un esfuerzo titánico que es difícil pasar por alto.
El gran golpe
Ahora bien, os estaréis haciendo una inevitable pregunta: ¿cómo son las misiones? Sin misiones, no hay Grand Theft Auto, eso está claro, y por ello Rockstar ha hecho lo posible por ofrecernos cantidad y variedad, pero también por innovar. Las persecuciones, los robos o los tiroteos no van a faltar. En este sentido, vamos a tener varias misiones únicas, de estructura similar a las de pasadas entregas. El cambio llega cuando esas misiones evolucionan, ganan en complejidad y son más numerosas que antes.

Así es GTA V, un título que apuesta por los conocidos como golpes, misiones grandes y espectaculares que ya no sólo se presentan al final de una subtrama, sino que se van sucediendo con frecuencia a lo largo de la aventura. Esto es algo positivo por dos razones: uno, nos permite vivir momentos épicos con mayor asiduidad; dos, las recompensas por completarlas son enormes, obteniendo dinero con más rapidez. Adicionalmente, poseen un fuerte carácter cinematográfico, muy hollywoodiense y, lo mejor de todo, requieren una estudiada planificación.

De esta forma, aquí no sólo es necesario llegar a un punto y cumplir el objetivo. De eso nada. Antes deberemos obtener las armas y hacernos con el vehículo o equipo necesario. De la misma manera, es importante planear una estrategia. ¿Quieres actuar con sigilo? ¿Prefieres utilizar la fuerza bruta? Tus decisiones tendrán implicaciones sobre la manera en que se desarrolla el golpe. Otra capa de profundidad viene dada por la posibilidad de contratar profesionales. Hacernos con el mejor pistolero o conductor de la ciudad es posible con un buen fajo. Eso sí, pedirá su parte del botín una vez concluida la misión, aunque al menos subirá de nivel por si queremos reclamar sus servicios en el futuro (claro, si es que sobrevive...).
El tamaño importa
Sin mundo no hay misiones, pero por suerte GTA V tiene un vasto territorio a explorar. Para los que les gusten los números, este es su párrafo. Es nada más y nada menos que 3,5 veces más grande que Red Dead Redemption en términos brutos, siendo la zona jugable 5 veces mayor. Esto es traducible a, como defienden los propios diseñadores de Rockstar, que "el juego es todavía más grande que el resultado de combinar GTA: San Andreas, GTA IV y RDR". Dicho de otra forma, el videojuego de mundo abierto probablemente más ambicioso de la historia.

Hay otro detalle importante a tener en consideración. La totalidad del mapeado es explorable desde el primer minuto de juego, una amplia área que según se nos ha confirmado consta de dos partes: la ciudad de Los Santos y la zona rural del condado de Blaine. Esto, traducido a efectos prácticos, se manifiesta en montañas, ríos, lagos, playas, océanos, desiertos, granjas, entornos urbanos y un casi infinito etcétera que ya habíamos visto en otros juegos, pero ahora bajo inéditas proporciones.

De hecho, seguro que os sorprende el detalle de que el espacio a explorar esta vez se multiplique con la posibilidad de bucear. Desconocemos todavía los detalles, pero el buceo con traje y bombona de oxígeno seguro que abre nuevos y misteriosos horizontes. Romper barreras para conseguir la ciudad más amplia y viva de la historia de los sandbox es el objetivo final de Rockstar, que ha creado Los Santos en clara referencia a localizaciones como Los Angeles. En particular, es evidente la representación de su "skyline", así como las colinas y calles de Hollywood, sin olvidar el Paseo de la Fama. Tenemos hasta fauna específica para cada área. Todo esto con un ciclo día/noche y un sistema meteorológico dinámico, evolucionado del de Red Dead Redemption.
Qué hacer en Los Santos
Las ciudades de los Grand Theft Auto siempre han tenido muchas cosas que hacer, especialmente a partir de San Andreas, que supuso una revolución en este sentido. Tal vez por ello, en GTA IV multitud de fans echaron de menos la proliferación de minijuegos, eventos y opciones de personalización. Ahora Rockstar quiere recular y atender a las demandas de sus fieles seguidores. En consecuencia, GTA V se convierte en un título con infinidad de posibilidades, desde tirarnos en paracaídas hasta jugar al golf o adquirir un negocio.

Podemos esperar minijuegos, y no unos cualquiera. Se acabó eso de pulsar un botón repetidamente. Tendremos carreras todoterreno, salidas de caza, desafíos de vuelo y hasta robo de cajeros automáticos. Hacer deporte será otra posibilidad. No nos pondremos musculosos como CJ (de San Andreas), pero al menos podremos disfrutar de un partido de tenis, de un triatlón o de una sesión de yoga. Los eventos aleatorios que se estrenaron en Red Dead Redemption (principalmente relacionados con ayudar a personajes en apuros) regresan en este juego indicados por un signo de interrogación en el mapa. ¿En qué consisten? Lo desconocemos, pero ya sabemos que dependen del protagonista que manejemos, así como de la hora del día.

Secuestrar furgones blindados o recoger a personas que hacen "autostop" completan este extenso conjunto de acciones, a los que se une la adquisición de propiedades: casas, garajes, puertos deportivos... Los diseñadores ya nos han aclarado que el sistema económico será fundamental para entender la obra, casi tanto como la personalización. Y es que podremos ponernos tatuajes, cortarnos el pelo, adquirir ropa en tiendas... Tendremos armas de todo tipo, con sus silenciadores, miras y cargadores. Hasta los coches serán personalizables, y no sólo en el ámbito estético (pintura, ruedas y alerones, entre otros), sino también en el aspecto mecánico (modificando suspensión, motor y frenos).
Revolución sandbox
Con la nueva generación de consolas a la vuelta de la esquina, se podría pensar que ya lo hemos visto todo. No obstante, GTA V tiene el potencial de hacer cambiar de opinión a cualquiera. Es definitivamente la máxima representación de lo que pueden conseguir Xbox 360 y PlayStation 3, y esto es algo que se demuestra por una ciudad, Los Santos, con una distancia de dibujado insólita, increíblemente vasta, gestionada por un motor de renderizado que probablemente pertenezca a las máquinas del futuro. Es decir, texturas como no se habían visto (el personaje de Franklin ya tiene más texturas que toda la población de San Andreas) y todo ello sin problemas de "frame-rate", a pesar de tratarse de una versión en estado beta.

El trabajo es descomunal, y se deja ver en lo variado de los terrenos, con montañas, valles y llanuras; pero también en la cantidad de vehículos y animales diseñados, así como en la propia población de Los Santos (la más grande en la historia de la saga). Los edificios están plagados de detalles y el espíritu vivo es incomparable, lo nunca visto en un sandbox. Ha habido hasta tiempo de crear el efecto de agua más sorprendente que ha tenido un videojuego, con generación de olas y espuma dependiendo de la dirección del viento. En definitiva, un auténtico sueño hecho realidad, y disfrutable en las consolas actuales.

El sonido está también especialmente cuidado. Se conservan las emisoras de radio para el interior de vehículos, y ahora como novedad también tendremos música independiente para cada misión y situación, creando un estilo cinemático muy hollywoodiense. No nos cabe ninguna duda ya de que Rockstar quiere darlo todo (y eso que todavía no conocemos nada del multijugador, que seguro que también sorprende). Ya lo intuíamos. Es una compañía que no se conforma con crear un gran juego. Sólo sabe dar lo mejor. Este Grand Theft Auto V supone el próximo paso en el género de los juegos de mundo abierto. Ahora sólo queda averiguar hasta dónde llega su revolución...