Patrice Désilets, creador de Assassin's Creed, ha presentado una demanda contra Ubisoft tras su polémico despido por parte de la compañía francesa.
En la demanda, Désilets exige a Ubisoft que le devuelva los derechos del juego 1666 y el pago de 400.000 dólares, al no haberle ofrecido Ubisoft la misma libertad que le había garantizado THQ.
En su momento, Ubisoft afirmó que la ruptura con Désilets se había producido de manera amistosa al no poder alcanzar un acuerdo creativo respecto al desarrollo del juego, mientras que Désilets declaró que la ruptura había sido unilateral por parte de Ubisoft, llegando esta a enviar a dos guardias de seguridad que le escoltaron "de forma poco ceremoniosa fuera del edificio sin poder ni decir adiós a mi equipo o recoger mis efectos personales".
Por su parte, Ubisoft se ha limitado a comentar que "hemos recibido la solicitud legal de Patrice y lo solucionaremos en los tribunales.
No efectuaremos más comentarios en este momento."